28 jun 2012

Dos años en brazos de María

Querida familia, 

¡¡¡¡Este próximo día 30 de junio cumplimos 2 años!!!! ¿Qué os parece si hacemos un regalo a nuestra mamá María?

La propuesta es:

1. Preparar a nuestra mamá una fiesta en nuestra casa. Invitarla 1 día a comer o cenar, reservarla un asiento, cocinar un plato, un postre, con mucho amor para Ella. Y compartir con Ella y con nuestra familia y amigos esa comida. Cualquier día durante el próximo mes de julio será una buena fecha, ¿os gustaría invitar a mamá a Comer?

2. Realizar 1 pequeño acto de amor diario a nuestra mamá, durante este mes. Pensando en Ella, ofreciéndoselo a Ella, de forma que al final del mes tengamos un ramo con 31 flores de amor. Puede ser simplemente una mirada, un beso, un pensamiento, un acto de amor con alguien que sufre, un minuto de adoración, una Eucaristía ofrecida por Ella, un oración escrita para Ella......... un pequeño (GRAN) acto hecho con mucho (MUCHÍSIMO) Amor. 

Si además, después queréis compartir con todos nosotros imagénes, recetas, testimonios de esas comidas con mamá, o de esos actos de amor, podéis enviárselo a Marta María por email. Y así ella los publicará en el blog - si alguien por humildad no quiere que su nombre aparezca por favor indicárlo. 

¡¡Vamos a llenar los brazos de mamá de Amor y su carita de besos!!
un millón de gracias por todo 
¡Esta familia es un regalo del cielo!
unidos en la oración y la Eucaristía
Marta María y Raúl

26 jun 2012

Lo que María nos dice de la Adoración



Ya en sus apariciones en Fátima enseñaba a los niños el valor de la adoración y cómo la respuesta al amor de Dios tiene valor de redención. Tal el significado de la oración dada a los pastorcitos: "Dios mío, yo creo en Ti, te adoro, confío en Ti, espero en Ti y te amo. Te suplico que perdones a los que no creen en Ti, no te adoran, no confían en Ti, ni esperan, ni te aman".
   
Por medio del ángel de Fátima recordamos que la adoración libera el poder de Dios para la conversión del mundo. El mismo ángel, al presentarle a los tres niños el cáliz y la Sagrada Forma, les hizo repetir : "Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente, te ofrezco el santísimo cuerpo de Jesucristo, su preciosísima sangre, alma y divinidad presente en todos los tabernáculos del mundo en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencia con que se te ofende. Por los infinitos méritos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María te suplico la conversión de todo el mundo". Postrados en adoración los niños veían la sangre colar de la Hostia en señal del divino sacrificio reparador de las ofensas inferidas a Dios y de la gracia de conversión que descendía para salvación de las almas.

    En muchas otras apariciones, la Virgen Santísima recuerda la verdadera y real presencia del Señor en la Eucaristía y la importancia de la adoración. Así, en San Nicolás dice: "Debe ser el Señor único centro de adoración de sus fieles. Es ésta una invitación para adorar a Jesús eucarístico, ya sea con la oración o en solemne silencio. El Señor está allí presente y llega a los corazones anhelantes de su amor. Renovad diariamente, tanto externa como interiormente, este acto de ofrecimiento, como reparación por las almas infieles, por los que, por ignorancia, viven apartados de Dios. Adorad a Jesús y su gracia os envolverá. ¡Alabado sea su Santo Nombre!" (mensaje 1535).
    En Medjugorje varias veces se refiere a la adoración. En sus mensajes nos dice: "Adoren al Santísimo sin interrupción", "Enamórense de Jesús en la Eucaristía", "Cuando los fieles adoran al Santísimo reciben grandes gracias y yo siempre estoy allí, junto a ellos en adoración a mi Hijo".
    Los grandes santuarios marianos centran su espiritualidad en el culto eucarístico. Entre otros recordemos a Lourdes, Medjugorje, San Nicolás.
    En Medjugorje surgieron comunidades religiosas que centran su vida en la adoración y propenden a la adoración perpetua.

    El Santo Padre, en su encíclica Incarnationis Mysterium, dice: "Durante 2000 años la Iglesia ha sido la cuna en la que María coloca a Jesús y lo entrega a la adoración y contemplación de todos los pueblos. Que la humildad de la Novia haga que brille aún más la gloria y el poder de la Eucaristía, la que Ella celebra y atesora en su corazón".
    La Adoración Perpetua hace, de Cristo, Rey y trae su Reinado sobre la tierra. Él prometió: "Reinaré en cada corazón, en cada hogar, en cada país del mundo entero. Reinaré por el amor omnipotente y todopoderoso de mi Corazón Eucarístico". Como dice el P. Martin Lucia, misionero de la Adoración Perpetua: "En eso consiste el triunfo del Corazón Inmaculado que la Santísima Virgen profetizó en Fátima".

Padre Justo A. Lofeudo 
Misionero del Santísimo Sacramento

19 jun 2012

Para después de la comunión

Has venido a visitarme
como Padre y como amigo
Jesús, no me dejes solo...
¡quédate Señor conmigo!

Por el mundo envuelto en sombras
soy errante peregrino,
dame tu luz y tu gracia...
¡quédate Señor conmigo!

En este precioso instante
abrazado estoy contigo
que esta unión nunca me falte...
¡quédate Señor conmigo!

Acompáñame en la vida
tu presencia necesito,
sin ti desfallezco y caigo...
¡quédate Señor conmigo!

Declinando está la tarde
voy corriendo como río al
hondo mar de la muerte...
¡quédate Señor conmigo!

En la pena y en el gozo
sé mi aliento mientras vivo.
Hasta que muera en tus brazos
¡quédate Señor conmigo!

Padre Pío

18 jun 2012

Corazón de Cristo, Amor que se derrama.

Dejémonos amar, sin oponer resistencias, y que su Amor venza todo mal en nosotros.

El Corazón de Cristo se da, se entrega, se ofrece. Quien es capaz de recibirlo y acogerlo, será transformado: Cristo habitará por la fe en su corazón y el amor será su raíz y cimiento. Entonces... entonces se produce el milagro: nos despojamos de nuestra forma, aquella que está amasada de pecado y debilidad, de concupiscencias, orgullo y arrogancia, y adquirimos una forma nueva, la forma de Cristo en nosotros.

Ya no seremos nosotros, sino Cristo en nosotros; ya amaremos como ama Cristo, con su amor que, en cierto modo, nos lo presta para amar.

Adquiriremos, por pura gracia, la semejanza de Cristo, nos pareceremos a Cristo: tendremos la mente de Cristo, los mismos sentimientos de Cristo Jesús, trabajaremos, pensaremos, como el mismo Cristo.

Es una experiencia viva, real, al alcance de todos; y ya que el Corazón de Jesús no es una imagen, melosa, meliflua, sino su propia Persona, lo descubriremos siempre vivo en el Sagrario, ofreciendo su Presencia y su amistad para entrar en comunión íntima con Él.

Siempre está ahí, en el Sagrario; siempre está acogiendo a los que están cansados y agobiados; siempre enderezando el corazón que se desvía por caprichos y egoísmos, por debilidades, por susceptibilidades de tanta inmadurez afectiva, da igual los años. Siempre recibiendo en el Sagrario aquello que le llevemos y le entreguemos: nuestro amor, nuestra reparación, nuestra expiación.

Es una abundancia infinita de su amor y misericordia con nosotros. ¡Cantaré eternamente las misericordias del Señor!

Javier Sánchez Martínez

11 jun 2012

CORPUS CHRISTI en la Sierra


            Ahora, en Cazorla, se ha sentido también un hambre de noche de Jueves Santo. Los hombres que hacen la vida del Salto de los órganos para abajo, los que se mueven junto a la Fuente de la Lana o bajo la alta sombra del castillo, no han querido contener el viejo grito del corazón que pide su Pan de vida para siempre y se van a reunir para que ya desde ahora, cada hombre tenga una fiesta de Corpus por todo el año. Juntos han hablado de lo maravilloso que sería que todas las criaturas de la sierra vivieran dentro de sí esa fiesta continua que es la misma de sol a sol, aunque sea sin aparente variación, al ritmo del hacha, encarrilando el ganado o zurciendo en casa la ropa de los hijos. En la idea late un milagro de salvación colectiva, pero ¿amanece a la par en todos los corazones? ¿Hay a todas horas luces en la mente y fuerzas en la voluntad?
            Nadie lo dijo, pero todos a la vez pensaron en la gran Aurora. La Eucaristía tiene un diccionario de trigo y de harina, de viñas y de mosto, pero entonces María siente el reclamo desde su Santuario y abre en el eje de la sierra la espiga de sus entrañas. Ahora, a nadie le va a sorprender que en junio se abra una noche de Belén y que el olor a romero de los manteles eucarísticos tengan un aire de arca nazarena. Inesperadamente, sobre la ciudad ha aparecido una Mesa ancha y sencilla que tiene reserva para todos. Allí se van a sentar ese arco iris de gentes que va del monte a las casas anchas del pueblo. Estarán brazo a brazo, con la frente limpia y el corazón latiendo con fuerza, hasta que empiece a entrar un olor a horno de Cielo y venga la Madre común y a ricos y a pobres les enseñe a partir el Pan, mientras dice:
            -“Comed todos, hijos, que este es Pan de Gloria, amasado por el Espíritu de Dios en la harina candeal de mis entrañas”
Y muchos la mirarán y también a la par al blanco de la Hostia, y notarán que de pronto les empieza a rodar por la frente y el corazón, la película de un mozo robusto que nació en un pesebre, vivió muchos años de oscuro carpintero, acarició a los niños, cicatrizó las heridas, resucitó a los muertos de la carne y el corazón, amó tan arrebatada y abiertamente como el cielo de la ancha Andalucía, con frenesí, abriéndose el pecho más a cada ingratitud, extendiendo las manos y dejándoselas clavar para que no se las rindiera el cansancio y quedara ya así su abrazo para siempre.
            Los  que nunca se sentaron a esta Mesa, ni supieron de esa Vida, descubrirán ahora que a Cristo le conocieron ya al borde de un camino y que desde entonces empezaron a añorarle. Iba al fondo de dos ojos puros, grandes y abiertos como soles, radiantes como hostias. De su lado y a sus pies le tintineaban a la vez las cuarenta campanillas de una mañana de Corpus Christi. Ella –y Él en Ella- le miraron y ya el corazón, sin saberlo, jamás dejó de pedirle de aquella substancia de eternidad.
            Cristo, María: ¿por qué se pasa tan fácil de uno a otro de vosotros por esa senda que se llama Eucaristía? ¿por qué es tan sencillo no herir, amar y perdonar de vuestra mano? Dante lo dijo: “Mira la cara que más semejanza tiene con Cristo. Sólo ella puede ayudarte a ver a Cristo”.

Beato Manuel Lozano Garrido, periodista