8 ago 2011

Lo que gratis recibísteis, dadlo gratis

Escuchado a don Francisco Cerro Chaves, obispo de Coria-Cáceres, en un viaje:

De acuerdo con las indicaciones de Marta María sobre lo bueno que es compartir nuestras experiencias, el 24 de julio recibí un regalo: tuve el privilegio de ejercer como conductor de don Francisco Cerro. Mientras conducía, escuchaba sus reflexiones sobre la cruz y el sufrimiento, que ha plasmado en dos libros. Sus palabras las sentí tan llenas de lógica, tan llenas de amor y sobre todo tan llenas del Espíritu Santo, que deseo compartirlas con toda la familia orante.

Antes de comenzar, permitidme que os haga un breve perfil de la personalidad de don Francisco, nuestro queridisimo obispo. Fue un niño travieso que se encontró con el Señor y, según cuenta él mismo, se dío cuenta de que se había enamorado... y su vida estaba llena cuando estaba con Él y por supuesto con su Madre. De ahí al Seminario, pasando por la Milicia de Santa María, del Seminario al sacerdocio pasando por Roma... y recalando (de momento) en su diócesis natal Coria-Cáceres como obispo. Si comparásemos a nuestro obispo con un barco.... pues no sería un hermoso velero ni  una fragata... sino más bien un barco de pesca, de aquellos que salen a faenar cada mañana, antes que salga el sol, para llenar las redes de cuantas almas necesiten al Señor. A una profundísima espiritualidad, anclada en el Corazón de Cristo y amarrada a la oración y la Eucaristía, se une una arrolladora personalidad y un fino sentido del humor.

Mientras íbamos rodando a toda velocidad, cosa habitual cuando le llevo en mi coche (Jesús Pedro.... puedes darle que aún no llegamos al límite de velocidad permitida, dice Monseñor), ... me hizo un comentario que le había escuchado en una homilía de Viernes Santo, al hablar de la cruz... y desarrolló la idea en tres claves.

Primera: La cruz no es patrimonio del cristianismo. El cristianismo no ha inventado el dolor, no se recrea en el dolor, y no ve un fin en el dolor. Suele decir: "no somos una religión dolorista". Lo que sí es cierto es que, como nadie se atreve a afrotar este tema, mas que la Iglesia y desde el prisma de la fe, tendemos a identificar fe con cruz.
Segundo: La cruz siempre nos hace entrar en crisis. Por eso, jamás debemos escandalizarnos de nuestras reacciones ante el dolor, ni mucho menos censurar los agrios diálogos con el Señor... pero debemos preguntar no "por qué" esta cruz... sino "para qué " servirá esta cruz.
Tercero: La cruz no es el final de la película. Esa es la gracia del cristiano: sabemos que la cruz es "tan solo " el punto de encuentro donde nos está esperando Cristo, quien nos amó desde el principio de los tiempos y no se cansa de decir desde la cruz: te quiero y comparto tu sufrimiento contigo.

Y para finalizar, como no podía ser de otra manera, don Francisco termina siempre hablando de María, pero no la hace porque "quede bonito" sino porque sabe lo que es una Madre... y en este caso, él termina diciendo: la creación entera, con Dios Padre a la cabeza, esperó que Ella dijera Hágase, y así empezó todo... y al final, los evangelios nos dicen que, junto a la cruz, Ella estaba. Siendo consciente que cuando llega la cruz uno no está para muchas lindezas espirituales... al menos pasemos el sufrimiento en compañía de nuestra Madre.


Estas son cosas que nos enseña don Francisco, por eso nos empeñamos en estar a su lado... a ver si se nos pega algo... y así inauguramos un nuevo camino de santidad: el camino del roce,  para que a fuerza de rozarnos con santos,... nos vayamos con nuestra Madre al cielo.

Un fuerte abrazo.

Jesús Pedro Rodríguez
Cáceres


3 comentarios:

  1. Propongo que vayas en los viajes con un bloc y tomes notas... bueno, mejor que vaya Laura.

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  2. Qué lindo lo que escribiste Jesús Pedro!!!!!! me encantó!!! te animo a que sigas escribiendo..vale la pena!!! Marta Maria

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  3. Que lindas palabras Jesús Pedro. Gracias por compartirlas !!! Saludos desde Alta Gracia. Marian

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