6 mar 2012

¡Déjate labrar en la Cruz del Señor!


Nos rodea la increencia, tiempo ‘precioso’ para vivir el Evangelio, para experimentar la fuerza de Dios en la debilidad, para CREER sin ver, para AMAR sin medida, para CONFIAR y esperar EN SU PALABRA.

Esta es una época de santos y místicos. No entendidos por el mundo, perseguidos y ridiculizados por los de fuera e incomprendidos por los de dentro, abrumados por los problemas y desconcertados por las estadísticas.

Hay que dejarle actuar a Dios, que se luzca haciendo maravillas con la pobreza y la debilidad.

Siento una inmensa atracción a la santidad.
Nunca he deseado tanto hacer lo que Dios quiera.
Me siento libre y me dejo llevar por El.

No hago planes.

Quiero consagrarle mi vida aquí y ahora.
Mañana, El dirá qué, cómo, dónde y cuándo.
Siento que me quiere mucho porque soy un pecador.
Quiero morir por El y servirle en mis hermanos.
Me está mostrando su amor continuamente.
Se está sirviendo de mi pobreza para enriquecer a otros con su Gracia.

¡ES INAUDITO SU AMOR!

El Señor realiza algo nuevo, en medio de una gran paradoja, soy testigo, como tantos otros.
¡Se nos pide el RENDIMIENTO total! sigamos adentrándonos en el Misterio.
Hay hambre de Dios, eso es palpable. Gratis hemos recibido, demos gratis. 
¡DEJATE LABRAR EN LA CRUZ DEL SEÑOR!

Monjas Mínimas de Daimiel

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