11 nov 2011

Súplica en el cansancio

Madre, vengo del tumulto de la vida.
El cansancio me invade todo mi ser.
Es tan difícil aceptar con paz todo
lo que sucede alrededor de uno durante
una jornada de trabajo y lucha... Las
cosas en las que habíamos depositado
tanta ilusión, decepcionan...
Las personas a las que queremos entregar
bondad, nos rechazan, Y aquellas otras
a las que acudimos en una necesidad,
intentan sacar provecho.

Por eso vengo a Tí, Oh Madre, porque
dentro de mí camina un niño inseguro,
pero junto a tí me siento fuerte y
confiado. Solo el pensar que tengo una
madre como tú, me dá ánimo. Me siento
apoyado en tu brazo y guiado por tu mano.
De esta manera, puedo con tranquilidad,
retomar el camino.

Renuévame por completo para que consiga ver lo hermoso de la vida.

Levántame para que pueda caminar sin miedo.
Dame tu mano para que acierte siempre con mi camino.

Dame tu bendición, para que mi presencia sea, en medio del mundo, un signo de tu bendición.
Amén.

P. Ignacio Larrañaga

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