20 ene 2012

¡Gracias, Señor!



Gracias, Señor, por ese espacio lleno de cielo que sale a nuestro paso para llenar el corazón con su belleza. Gracias por la lluvia fuerte, por la llovizna bienhechora, por haber puesto trinos y alas en las ramas. Gracias por cada gota de rocío y por el arco iris y por el árbol que expresa su júbilo en el fruto. Gracias por la sencillez de la mariposa que enciende sin conciencia de su milagro, un pábilo de ensueño en nuestras almas.

Gracias, Señor, por cada hora de nuestra vida, aún cuando no todas sean iguales de buenas. Por la risa del niño que se vuelve caricia en nuestros oídos. Gracias, por los espejos maravillosos del mirar de nuestros padres y nuestros hijos. Por la amistad que prolonga ese sereno privilegio de ser hermanos.

Gracias, Señor, por el ayer que se prendió en el recuerdo imborrable. Por el hoy que vivimos y por el mañana que nos espera con sus brazos repletos de misterio y esperanza.
Gracias, a través de mis labios, desde mi alma, desde lo profundo de mi corazón, en nombre de aquellos que se olvidaron de dártelas, en nombre de los que somos y los que seremos.

Gracias por el Pan que nos das para aplacar nuestras ansias de Ti.  Por Tu Amor inmenso que se plasma en las cosas grandes y pequeñas. Por el don de sentir en plenitud la vida.

¡Gracias por la eternidad que nos espera!
Amen

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anímate a comentar.